La Llama “Lama Glama”

El segundo animal en la historia de PROMETA, es mucho más común: me refiero a la “Lama glama”, que todos conocemos con el nombre de Llama. Justo en el momento en que culminába el trabajo de PROMETA con áreas protegidas nacionales, una estrategia formulada en conjunto con las comunidades y el municipio de Yunchará determino impulsar su repoblamiento en el altiplano tarijeño. En ese tiempo el exceso de burros y ovejas estaba acabando con la pastura nativa de la zona (las patas de ambas especies son duras y dañinas a diferencia de las de la Llama). En aproximadamente diez años se pasó de un hato de 300 ejemplares a cerca de 12.000, disminuyend0 de manera notable la cantidad de burros (casi extintos) y de ovejas. Las llamas chapacas, gracias a su alta calidad empezaron a ganar los mayores premios en ferias nacionales (ante el asombro de los productores tradicionales). Pero más allá de estos reconocimientos el premio mayor es el de poder ver una pradera altiplánica conservada y a los comunarios de la zona con una alternativa productiva nueva.